Sonrisa y autoestima 21-07-2015

 
Sonrisa y autoestima

La sonrisa es una de las primeras impresiones que se tienen de una persona, cuando los dientes no tienen la estética esperada la persona se puede deprimir, y evita reir.

La Dra. Olga Pagliaro nos respondió.

-¿Cómo ayudar a una persona mayor que sufre en su autoestima por los dientes encimados?

-La apariencia dental y facial ya sea de un niño o de un adulto determina en gran medida su grado de autoestima personal, que suele aumentar a medida que el tratamiento armoniza los dientes, labios y la cara del paciente.

Es por eso que la ortodoncia en adultos se ha triplicado en los últimos 7 años, debido a que es una de las especialidades odontológicas que más ayuda a mejorar la estética dental y facial, por lo tanto, a elevar la autoestima al lucir una sonrisa agradable y bonita. Hoy es frecuente ver adultos luciendo orgullosos sus brackets, debido a que muchas personas de más de 40 años   se encuentran en un punto de sus vidas en el que pueden afrontar el gasto económico, y además muchos padres ya tienen la boca de sus hijos libres de aparatos y ahora ven llegar su turno.

-¿Qué tiempo se debe calcular?

-La ortodoncia en adultos debe ser más lenta y cuidadosa que la de los jóvenes, ya que realizar el movimiento en forma rápida puede ocasionar efectos adversos.

El tiempo de tratamiento es relativo depende de la complejidad del caso, la edad del paciente, la cooperación para higienizar y cuidar los aparatos. Generalmente se estima un promedio de 2 años para un caso típico, pero este período no es una regla rígida ya que se puede extender a 3 años en pacientes que presentan casos más complejos.

Hay que recalcar que el cuidado de los aparatos es muy importante, porque cuando más recambio necesitan por mal cuidado más se prolonga el tiempo de finalización.

-¿Hasta qué edad una persona puede utilizar estos frenillos?

-El mito más conocido es que la ortodoncia es un tratamiento limitado a niños y jóvenes pero   no existe un límite de edad para tratarse puesto que se ha comprobado   que el proceso biológico en el movimiento de los dientes es el mismo en el niño que en el adulto.