9/11/16

Cuando las cosas no salen como planeamos [9-11-16]


Cuando las cosas no salen como planeamos

El cuarto patrón de pensamiento distorsionado causante de ansiedad, es el considerar como una catástrofe que las cosas no hayan salido como hubiésemos querido que fuesen, es decir que simplemente nuestros planes no resulten como los imaginamos.

A pesar que es algo absurdo e infantil, la mayoría de las veces procedemos como si el mundo fuera a ajustarse siempre a nuestros planes y a las cosas que deseamos. Nos sentimos heridos y contrariados cuando las cosas no suceden como hubiésemos querido. Hay una realidad dura pero cierta. En este mundo no hay nada garantizado. Nuestro mundo es siempre variable e inconsistente. El mundo no gira en torno a nosotros, más bien nosotros giramos en torno a él. Por tanto no debemos vivir esperando que las cosas sean siempre como las imaginamos pues esto nos va a traer mucha frustración.

Cuando vemos algo que no nos gusta, no debemos reaccionar como si esto fuera un insulto personal o como algo que existe con el fin único de hacernos sentir fracasados. Si algo nos disgusta, debemos hacer todo lo posible por cambiar o mejorar dicha situación. Cuando no podemos hacer nada, debemos buscar el ajuste psicológico en medio de tal condición.

Con frecuencia le decimos a nuestros hijos que no siempre pueden tener lo que ellos quieren, sin embargo de muchas formas sutiles nosotros como adultos cometemos el mismo error del cual queremos rescatar a nuestros hijos.

Si tratamos de que todo se ajuste a nuestra voluntad, estaremos acumulando molestias y ansiedades innecesarias. No es una catástrofe que las cosas no sucedan como las planeamos, ni es una tragedia enorme que las circunstancias no se ajusten a nuestra voluntad. Nunca lograremos que las cosas sean 100% como las queremos. Tenemos que aprender a vivir con esa realidad.

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