4/8/15

Ambiente familiar, el factor que más influye en la autoestima de los niños 04-08-2015

 
Ambiente familiar, el factor que más influye en la autoestima de los niños

Lo importante en todo el proceso de crecimiento de los hijos es darle la posibilidad de ser y de sentirse bien con ellos mismos.

Constantemente la autoestima se ve afectada por las experiencias y exigencias que se reciben del mundo exterior.

“La sociedad exige que sigamos pautas de comportamiento estándar o sistemas de elección y decisión parecidos o iguales que los de la mayoría, y si no cumplimos los requisitos exigidos, nuestra autoestima, aunque positiva, puede verse mermada.

Por esta razón, la construcción de una autoestima positiva debe ser sólida en todos los momentos de la vida de un niño. Solamente así, él no se sentirá inferior por si lleva un corte de pelo, que le guste, pero que no agrada a los demás”, explicó el psicólogo Mario Arce Gómez.

Una baja autoestima puede desarrollar en los pequeños sentimientos como angustia, dolor, indecisión, desánimo, pereza, vergüenza, y otros malestares.

“Por este motivo, el mantenimiento de una autoestima positiva es una tarea fundamental a lo largo del crecimiento de los chicos. Dentro de nosotros, existen sentimientos ocultos que muchas veces no son percibidos.

Los malos sentimientos, como el dolor, la tristeza, el rencor, y otros, si no son remediados, acaban por convertirse y ganar formas distintas, estos pueden llevar a una persona no solo a sufrir depresiones continuas, sino también a tener complejo de culpabilidad, cambios repentinos del humor, crisis de ansiedad, de pánico, reacciones inexplicables, indecisiones, excesiva envidia, miedos, impotencia, hipersensibilidad y pesimismo”, aseguró el especialista.

Falta de interés y valor propio

Una baja autoestima también puede llevar a una persona a sentirse poco valorada y, en razón de eso, a estar siempre comparándose con los demás, subrayando las virtudes y las capacidades de los demás.

“Es posible que les vea como seres superiores y sienta que jamás llegará a rendir como ellos. Esta postura le puede llevar a no tener objetivos, a no ver sentido en nada, y a convencerse de que es incapaz de lograr cualquier cosa que se proponga. Lo que le pasa es que no consigue comprender que todos somos distintos y únicos, y que nadie es perfecto. Que todos nos equivocamos y volvemos a empezar”, aseveró Arce Gómez.

El papel de la familia

Es dentro del ambiente familiar, principal factor, donde los niños van creciendo y formando su personalidad.

“Lo que su familia piensa de él, es de fundamental importancia. Por eso, es recomendable que a los padres no se les escapen los logros que conquistan sus hijos. Si el bebé empieza a caminar, pero los mayores ven la situación como una obligación y no como una conquista del bebé, la criatura no se sentirá suficientemente estimulada para seguir esforzándose para conseguir otros logros, para superarse. Lo importante en todo el proceso de crecimiento de nuestros hijos es que les demos la posibilidad de ser, de sentirse bien con ellos mismos, que nuestro esfuerzo esté vinculado al afecto, al cariño, a la observación, a valorar sus calidades y apoyarle cuando algo va mal y para eso es necesario conocerles cada día, favoreciendo los encuentros, las conversaciones y el contacto físico”, concluyó el psicólogo.

Factores

-Personales (la imagen corporal, las habilidades físicas e intelectuales).

-Personas significativas (padres, hermanos, profesorado, amigos).

-Factores sociales (valores, cultura, creencias).

Por lo tanto, su desarrollo estará estrechamente ligado a los valores de la sociedad en la que se nace y vive, la honestidad, riqueza, delgadez o habilidades en el fútbol son valores sociales admitidos y si el niño los tiene, se le facilitará una buena autoestima.
 

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